por todos Laos


Sugestivos itinerarios por Laos y Camboya...


LAOS









El aterrizaje en Luang Prabang es una primera impresión remarcable. El avión se sitúa sobre el río, por debajo de las montañas que enmarcan el valle, y siguiendo claramente el curso de la corriente, como si de una carretera se tratase, va perdiendo altura, sobrevolando a baja altitud los templos de Luang Prabang, cuyos inclinados tejados dorados relucen bajo los rayos del sol. 








Luang Prabang se sitúa en pleno valle del Mekong, rodeada de verdes colinas cubiertas de selva tropical y enmarcada en respetables montañas que dibujan la linea del horizonte. Al pie de las colinas, los cultivos de arroz se extienden ocupando todo el espacio posible, salpicados aqui y allá por pequeñas aldeas. Y en medio, siempre, el río...









El mundo es un valle, por cuyo centro discurre el gran rio, y el horizonte es siempre una linea de montañas. El Mekong es el centro de la vida, el medio de transporte, el agua, el alimento…., toda la vida de Laos gira en torno a este gran rio sin apenas puentes. Lanchas y barcazas de todos los tamaños y tecnologías cruzan entre las dos orillas y realizan trayectos de larga duración a otras ciudades del país.


















Y alli, en la lengua de tierra formada por la confluencia del Mekong y uno de sus afluentes, se alza Luang Prabang, la ciudad de los innumerables templos, de la refinada arquitectura colonial francesa, la capital imperial del reino Lao, coronada por una colina sagrada a cuyos pies se alza el palacio real. La ciudad tiene un aire de dignidad y de tranquila grandeza, a pesar de sus pequeñas dimensiones y su entorno rural.















El año nuevo budista, que suele caer a principios de Abril, es la fiesta grande de la ciudad. 

En el apogeo del calor estival, antes de la llegada de las lluvias, todo el mundo echa agua a todo el mundo, y la ciudad entera se convierte en una fiesta de agua, que refresca y provoca una sensación de euforia y activación en medio del tremendo calor, aunque llega a cansar estar todo el día empapado. 

Aparte del baño permanente, hay danzas tradicionales, desfiles de carrozas y un ambiente festivo por todas partes.









El plato fuerte es la gran fiesta en el arenal que se forma en el rio enfrente de la ciudad, a modo de playa. Alli los lugareños comen, beben y bailan sin parar, se empapan de agua continuamente y construyen unas graciosas estupas de arena a orillas del rio, en las que colocan sus deseos para el año entrante. 




















Por la noche hay de todo, conciertos de rock local, largas representaciones de teatro ramayana, o una insólita feria de atracciones donde funcionan artilugios de feria oxidados. 


Uno de los mas llamativos es el gran cilindro centrífugo, que gira a gran velocidad, anulando la ley de la gravedad. Este inusual efecto permite a los acróbatas pasearse por las paredes verticales con total normalidad, sin ningún tipo de sujeción, girando a una velocidad de vértigo. 











La fiesta es de una intensidad sorprendente para este lugar pequeño y tranquilo. Todo el mundo baila, grita y bebe un extraño licor de arroz. 

Es curioso como los laosianos, normalmente inexpresivos y serios, de carácter típicamente asiático, pueden resultar tan festivos y animados en estas celebraciones del año nuevo.


















Y más allá de Luang Prabang, indiferente al año nuevo y al paso del tiempo, el Mekong sigue su curso por la bella tierra de Laos......

















ANGKOR (Camboya)





Siguiendo su curso hacia el sur, el Mekong se interna en tierra camboyana y nos acerca a las ruinas de la mayor civilización perdida de Asia: Angkor.


















Las civilizaciones desaparecidas evocan a menudo la pregunta ¿Es esto lo que nos espera? En Angkor Vat las poderosas raíces de grandes árboles creciendo sobre las ruinas simbolizan de forma contundente la victoria de la selva sobre la civilización...












Sin embargo Angkor no es tan lejana ni tan extraña. Simplemente fué un potente imperio medieval, que tuvo un inusitado esplendor allá por el año 1.200 y se esfumó poco después por razones poco conocidas. 









Su redescubrimiento a finales del S. XIX fué una de esas epopeyas mágicas, donde templos minuciosamente tallados aparecían deformados bajo los grandes árboles, y gigantescas cabezas surgían misteriosamente en medio de la selva. 





Y la vida sigue en torno a los viejos templos...













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